Artículo de Olga Alvarez publicado en Asturias24 en el verano de 2015
Está prácticamente aceptado que es malo, inadecuado o incorrecto que los niños vean cosas violentas, groseras, con vocabulario inadecuado o incluso (aunque sean naturales como la vida misma) escenas eróticas o alta carga sexual. Por eso existe un horario de protección de los derechos de los menores que, con carácter general, y de acuerdo a las previsiones de la Ley 7/2010, el horario legal de protección de los menores se encuentra fijado entre las 06:00 y las 22:00 horas. Los contenidos informativos que se emiten dentro del horario de protección deberán respetar una serie de pautas, que atienden y tratan de conjugar la necesidad de protección de la infancia y la juventud con las características propias que definen a estos contenidos, por ello y así figura en las informaciones colgadas de las web de las cadenas: se evitará la emisión de imágenes de violencia, tratos vejatorios, o sexo no necesarias para la comprensión de la noticia; se evitará la emisión de secuencias particularmente crudas o brutales; en los casos de relevante valor social o informativo que justifiquen la emisión de las noticias o imágenes antes referidas, se avisará a los telespectadores de la inadecuación de las mismas para el público infantil.
Ahora bien, debo decir que estoy a estas alturas del casi acabado verano, harta de sufrir lo que al menos para mi es un atropello de esa protección a los menores que sucede, año tras año, durante todo el verano y parte de la primavera. Si, muchos ya lo habéis adivinado porque como yo, lo sufrís cada año…. la información televisiva de los festejos taurinos con publicidad incluida de las ferias… con imágenes sangrientas desoladoras de un acto de maltrato injustificable a un animal y, a veces, del torero que maltrata al animal, ante el festejo de todos los asistentes…pero vamos a ver…. si hasta en las películas (que son mundos de ficción) se pone que no se maltratan animales y luego día a día nos machacan de forma indiscriminada con animales que sangran (sangre de verdad no mercromina) por sus heridas abiertas adrede, con banderillas clavadas a propio intento, y luego es arrastrando muerto (de verdad, nada de ficción) dejando un reguero de sangre sobre la arena… pero cómo esta sociedad nuestra va a poder crecer y ser coherente algún día con estas lecciones de doble moral que no respetan ni los derechos de los menores.
Y si, es cierto, yo soy manifiestamente antitaurina pero los niños solo son niños y de lo que me quejo, para que no haya malas interpretaciones, es de la agresión de los derechos de los menores con estas imágenes injustificables en cualquier momento del día en horarios en los cuales los niños pueden estar viendo la televisión, sin aviso previo, como si fuera un espectáculo cultural inocuo. Ya está bien, un poquito de respeto.
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