Mientras el bipartito PP-Ciudadanos va a dedicar más de medio millón de euros a la iluminación navideña, la ciudadanía se aglomera en los escasos espacios de ocio de la ciudad.
El cierre del pequeño comercio y la hostelería ha provocado que mucha gente se anime a descubrir rincones de su localidad para pasear o hacer ejercicio dentro de los respectivos concejos. Cuando esas zonas son escasas o no están señalizadas, se producen aglomeraciones que resultan perjudiciales en estos momentos de aumento de la transmisión de casos de la COVID19.
Oviedo cuenta con muy pocas zonas verdes acondicionadas para pasear en relación a su población: la pista finlandesa, el parque de invierno, el de Purificación Tomás, la senda de la Manjoya. No existe una red de senderos marcados adecuadamente para disfrutar de la extensa zona rural del concejo ni del Naranco, que constituye la extensión natural de la ciudad.
Oviedo necesita un anillo verde, tiene el espacio, tiene la necesidad y tiene las ganas. Un anillo verde que una trazados ya en funcionamiento y ahora mismo colapsados con trazados nuevos; que posibilite que sus habitantes puedan pasear de forma segura en estos tiempos de Covid, que parece van a ser largos, y se queden para el después; que haga de Oviedo una ciudad segura y amigable, que conecte la ciudad con el espacio natural y rural que la rodea.
Al mismo tiempo, resulta imprescindible aumentar la frecuencia de las líneas de autobús para garantizar que se respetan las distancias de seguridad adecuadas en el trasporte público durante la pandemia. El pasado sábado pudimos comprar que los autobuses de la tarde de la línea G, iban repletos de personas que aprovecharon el buen tiempo para ir de paseo hasta Las Caldas.
Las ventajas serían múltiples: reducción de la contaminación, mejora en la salud física y mental de la ciudadanía, atractivo para visitantes, descongestión de los espacios de ocio, etc. El diseño de estos espacios debería realizarse contando con la ciudadanía a quien van destinados, escuchando sus sugerencias, contando con asociaciones de la ciudad, aunando saberes de peatones, ciclistas, jóvenes y mayores.
La puesta en marcha de un anillo verde es una inversión de futuro, tal y como han entendido en Vitoria, donde, con participación activa de nuestras compañeras Verdes de EQUO Berdeak, el consistorio planificó y puso en marcha un plan para dotar a la ciudad de un equipamiento acorde con su carácter de «capital verde».
La actual corporación ovetense, integrada por Populares y Ciudadanos, ha dejado clara sus prioridades en múltiples actuaciones, desde el recorte del gasto social y becas de comedor escolar hasta el gasto de 550.000€ en iluminación navideña, un 66% más respecto al año pasado.
Oviedo necesita unas políticas acordes con los tiempos que vivimos, caracterizados por los efectos del COVID19 y el agravamiento de la crisis climática.