(Este artículo fue publicado en el nº 10 de la revista Tiempo de Cerezas)
Verdes Equo es un partido joven repleto de personas comprometidas hasta la médula con causas que consideramos justas: el feminismo, la ecología, la diversidad, el bien común, los derechos de los animales, el pacifismo…
Me uní a este partido cuando descubrí su ideario ecofeminista, es decir, una simbiosis -teórica y práctica- que entrelaza el feminismo y la ecología. Al explorar este concepto, una de las primeras mujeres a quien descubrí fue a Petra Kelly, fundadora del partido Verde alemán, una mujer que decía la verdad, algo tan inusual en la política.
Fue Petra Kelly quien dijo en 1984:
Ser tierno y al mismo tiempo subversivo: eso es lo que significa para mí, a nivel político, ser «verde» y actuar como tal. Entiendo el concepto de ternura en sentido amplio. Este concepto, para mí también político, incluye una relación tierna con los animales y las plantas, con la naturaleza, con las ideas, con el arte, con la lengua, con la Tierra, un planeta sin salida de emergencia. Y, por supuesto, la relación con los humanos. Ternura entre las personas, también en el seno de un partido alternativo y no violento, que apuesta públicamente sin cesar por la suavidad, la descentralización, la no violencia.
Fue asesinada el 1 de octubre de 1992, a los 44 años, por un hombre machista. Quiero rescatar su memoria para este tiempo en el que vivimos.
También Alicia Puleo me atrapó cuando dice: El ecofeminismo es una propuesta de resiliencia solidaria. Una nueva visión empática de la Naturaleza y una redefinición del ser humano para avanzar hacia un futuro libre de dominación.
Por eso creo que debemos, como hizo Petra Kelly, actuar en defensa de quienes viven hoy en el mundo. El mañana no existe, es impredecible.
En Verdes Equo somos realistas, pero también somos rebeldes.
Olga Muñiz Rimada es coportavoz de Verdes Equo Xixón.