Solicitamos que Asturias instale un centro de ciberseguridad en las antiguas instalaciones de Soft computing de la Escuela de Mieres.
Apoyamos la reivindicación de las asociaciones de vecinos y vecinas de Mieres de dar uso a los locales vacíos de la Universidad en Mieres. Para la salida de la crisis habrá fondos públicos destinados a reactivar la economía. Así mismo están pendientes los fondos para una transición ecológica justa. No queremos que se vuelva a cometer el error de invertir en esqueletos de hormigón. Ya hay demasiado en las Cuencas.
El centro de soft computing que ya funcionó en Mieres llegó a emplear a 30 investigadores con presupuestos anuales muy escasos. Creemos que con presupuestos razonables es posible alcanzar el centenar de empleos de calidad en esas instalaciones.
La cercanía del centro de supercomputación de León y del INCIBE también en León, así como el CTIC en Gijón permite crear sinergias que conviertan a Mieres en un polo de desarrollo tecnológico. Además en Asturias existe un fuerte tejido empresarial en materia tecnológica y una fuerte implantación de las redes de fibra óptica que nos permitiría ser punteros en este sector.
La Ciberseguridad es un elemento fundamental, no en la sociedad del futuro, sino en la del presente
La pandemia nos ha demostrado lo dependiente que es nuestra sociedad de la conexión a internet. El reciente ataque que ha sufrido EDP poniendo en riesgo el suministro eléctrico y la utilización para fines oscuros de nuestros datos robados son un ejemplo de la necesidad que tenemos de mejorar en ese aspecto y prepararnos como sociedad para superar esos retos.
Pedimos que una parte de los fondos públicos dedicados a la reactivación económica se dediquen a la creación de un centro de ciberseguridad en las antiguas instalaciones de Soft Computing en Mieres.
En las últimas elecciones autonómicas incluimos esta medida en nuestro programa dentro de las alternativas al carbón.