Artículo escrito por Ignacio González, coportavoz de EQUO Asturias
En política mañana es un concepto relativo, tan relativo como ustedes quieran. Mañana entre la euforia de unos y la frustración de otros, yo recordaré que habito y construyo un proyecto tan lleno de otros y otras que es todo él una victoria.
Un proyecto donde las formas son también el fondo, donde es impensable que el ego se ahogue en la piscina-ombligo de cada cual porque es compartido paso a paso y habitado centímetro a centímetro por una pequeña consciencia colectiva que costó mucho construir, años, miles de kilómetros de carretera, cientos de horas de reuniones robadas al sueño y a los nuestros.
Nosotras y nosotros lo estamos haciendo posible conscientes de la necesidad de aunar esfuerzos, lúcidos de la consciencia colectiva de que sin otras y otros no es posible cualquier cambio en la historia, de que las confluencias en política lejos de un mal necesario son un deber de ciudadanía, de que no estamos solas ni solos, de que la política es pacto o no es nada.
La razón es el peso de la suma y la capacidad de hallar la intersección de las voluntades, y en ese reducto de las creencias, por pequeño que parezca, está la esencia del mundo que queremos dejar a nuestras hijas y de los hijos que queremos dejar a nuestro mundo.
Mañana habremos ganado incluso desde la pequeñez, incluso desde la insignificancia, habremos ganado sobre la arrogancia y la soberbia de quien se crea el rey del mambo porque las urnas lo conviertan en rey del tablero, o de quién se figure que su discurso abruma tanto en las casillas, que su posición de reina la hace impermeable y refractaria a pensar que tiene que gobernar para todos y todas y no para su gente.
Un solitario reparte folletos por las calles con el tono tranquilo propone darnos a conocer un proyecto, una solitaria pega carteles minúsculos frente al grandonismo del marketing de otros, explica de viva voz entre los suyos dónde milita y cuál es su proyecto, porque en los medios, en los grandes medios plagados de intereses sale muy poco o nada.
Ahí radica la fuerza suficiente para seguir haciéndolo, cada vez más consciente, cada vez menos solitarios, cada vez más empoderados de razón compartida.
Para nosotros y nosotras cada día siguiente de cada fiesta de la libertad que es un día de elecciones democráticas comienza todo de nuevo.
Seremos más, tendremos representación, la que la ciudadanía soberana decida y que no cuestionaremos con ningún estúpido ejercicio de sobranza en el que nos atrevamos a criticar la decisión libre y soberana de un pueblo en el que creemos a pies juntillas.
Y qué quieren que les diga más si yo soy Equo, si soy de Equo, si no quiero estar en otro sitio pero si con muchos otros y otras, aunque no sean de Equo. Nunca contamina el abrazo y la lucha compartida, ¿y si contamina qué? SI SOY ECOLOGISTA POLÍTICO y sé que la mezcla y la mixtura es el camino limpio y el trabajo honesto.