En un mundo nuevo que se enfrenta al enorme reto del cambio climático es necesario acabar con los incendios forestales. Cuestan mucho dinero, crean un enorme daño y todos los años se cobran vidas humanas.
Introducción
Durante milenios el ser humano ha utilizado el fuego como herramienta para convertir en pastos los bosques. A medida que los paisajes se humanizaban se reducía el uso del fuego y se sustituía por el uso el desbroce, la siega y el pastoreo dirigido.
La industrialización de las explotaciones ganaderas, convertidas en monocultivos, con un gran número de cabezas de ganado para un solo trabajador ha cambiado radicalmente la interacción del ser humano con su entorno. Eso unido a la pérdida de valores tradicionales y el olvido del derecho consuetudinario, hacen que la inmensa mayoría de los incendios que se producen en Asturias sean intencionados. Incendios que no tienen como fin la especulación urbanística, ni como causa la locura de quien los provoca.
Existe una cultura del fuego que llama maleza al sotobosque, matorralización al proceso natural de desarrollo de las zonas boscosas y monte sucio al bosque que se conserva en condiciones naturales.
Manifestamos
Nuestra asamblea manifiesta:
- El único bosque sucio es el bosque con plásticos, cristales y otros restos de la actividad humana. Una planta es naturaleza, no es suciedad.
- Es algo bueno y positivo que la superficie de monte aumente en Asturias, y que en pocos años tengamos más masa boscosa. El bosque es una fuente de riqueza, un freno al cambio climático y la mejor ayuda contra la desertificación.
- Rechazamos el fuego como instrumento de trabajo para el mantenimiento y aumento de los pastizales. Estamos lo suficientemente avanzados tecnológicamente como para buscar otras soluciones.
- El futuro del mundo rural pasa por la diversificación y ello conlleva la explotación de recursos como el turismo y la silvicultura para los que el fuego es letal.
La intención del Partido Popular asturiano de eliminar los acotamientos de los montes quemados que, por desgracia, no tiene la oposición de ningún grupo representado en la Junta, es un retroceso social que tiene graves riesgos:
- Pone en peligro las subvenciones de la PAC, que están vinculadas a la superficie que se tiene para pastos y que además buscan la conservación del medio ambiente.
- Alienta a quienes han estado quemando el monte durante estos años de atrás al transmitir sensación de impunidad. Incendios que no olvidemos han causado un grave daño material y han ocasionado la pérdida de vidas humanas.
- Hace entrar a la administración en un peligroso limbo legal. A pesar de la retrógrada modificación que le PP hizo sobre la ley de montes estatal, la modificación que se propone en Asturias choca con la ley de montes estatal, por lo que es una chapuza jurídica que acabará anulada en los tribunales y con grave perjuicio para las personas que ejercen la función pública en Asturias y que se verán obligadas a aplicar una norma ilegal.
Solicitamos a los partidos de la Junta
Por todo ello, nuestra asamblea pide a todos los grupos de la Junta General de Principado que:
- Se mantenga el actual artículo 66 de la ley asturiana de montes del año 2004 y por tanto se acoten los terrenos quemados para el pastoreo.
- Se aplique la ley con la misma interpretación que se hace en Galicia, aplicando de forma automática el acotamiento.
- No se consideren subvencionables la parcelas quemadas mientras permanezcan acotadas.
Declaraciones de nuestro coportavoces a la prensa sobre el tema de los incendios forestales.
“Tenemos que pensar si es lógico que las fincas que están al lado de los pueblos no se sieguen y se vaya perdiendo superficie de pastos en zona privada y válida para ser trabajada con tractores, mientras queremos quemar monte público en zonas de montaña protegida, zonas con grandes pendientes, cuyo aprovechamiento es muy poco rentable. Un trabajo adecuado del banco de tierras, podría mejorar esta situación y ayudar a que las ganaderías de extensivo encuentren sus pastos sin necesidad de quemar monte público. También es lícito preguntarse si el intrusismo profesional no debe ser limitado. ¿Tiene sentido que demos subvenciones y permitamos que utilicen los montes públicos quienes tienen los animales con un fin recreativo?. Antes de quemar monte, debemos pensar qué y cuánta ganadería queremos”, afirmó Olga Alvarez, coportavoz de EQUO Asturies
“El mundo está cambiando y el mundo rural también, como el resto. El envejecimiento y la despoblación son fenómenos que afectan a toda Asturias y a los que tenemos que hacer frente. El cambio climático es otra realidad incuestionable. Vivir en el pasado no es una opción, y el romanticismo sirve para hacer poesía pero no da de comer. Si hay un problema de viabilidad económica con la ganadería extensiva, preguntémonos qué hacer. Desde EQUO proponemos que los comedores escolares, y los comedores del SESPA Y el ERA consuman obligatoriamente un porcentaje de productos locales. Eso es actuar sobre la raíz del problema. Lo demás son proclamas vacías”, comenta Ignacio González, coportavoz de EQUO Asturies.
EQUO Asturies se opone a la reforma de la actual de ley de Montes asturiana y espera que los letrados de la Junta expliquen a los grupos parlamentarios que no es legal ir contra la ley de montes estatal.