En los últimos años antes de la pandemia, los recortes -que fueron justificados por la crisis económica- dejaron especialmente a la Escuela Pública en una situación cada vez más precaria (materiales, profesorado, desdobles y atención a necesidades especiales, proyectos, etc) y quienes tuvieron más dificultades en el proceso de aprendizaje sufrieron más sus zarpazos. Hace unos días el Congreso aprobó el proyecto de Ley LOMLOE, con el respaldo de 7 fuerzas políticas obteniendo la mayoría absoluta, que será la octava norma educativa de la democracia y que derogará a la LOMCE. Sin duda, esta nueva ley educativa llega en un momento crucial en el que la educación pública debe ser el eje que vertebre todo el sistema educativo desde el ciclo de 0 a 3 años.
Desde Verdes EQUO hemos contribuido en la elaboración de la LOMLOE con la participación de nuestra diputada, Inés Sábanes, en la Comisión de Educación y Formación Profesional del Congreso. Al mismo tiempo, desde las derechas conservadoras y la Conferencia Epsicopal, se desplegó una campaña de desinformación sobre el texto aprobado con falsos mensajes como la desaparición del castellano y la religión, la limitación de la libertad de las familias o el cierre de la educación especial. Tras su aprobación en la Cámara, y desde las bancadas del PP y Vox, se escenificó su rechazo golpeando sus escaños y al grito de “¡libertad, libertad!”. Sin duda, es un grito que defiende la libertad de los privilegios frente a la libertad de la equidad y la inclusión.
Pero ¿qué novedades presenta esta nueva ley de educación denominada LOMLOE? En cuanto a los enfoques, destacaríamos la introducción de una perspectiva de igualdad de género a través de la coeducación (incluyendo la educación emocional, valores cívicos y éticos) y el respeto a la diversidad afectivo-sexual, así como la importancia de la educación para el desarrollo sostenible de acuerdo con la Agenda 2030 y el proceso de cambio digital. Todos sus enfoques tienen como objetivo último “reforzar la equidad y la capacidad inclusiva del sistema”.
Pero ¿por qué se dice que es una ley inclusiva? Esta ley promoverá una de las grandes reivindicaciones de la Marea Verde porque no excluirá al alumnado en la secundaria, como lo hacía la LOMCE. La LOMLOE apoyará a las escuelas rurales e insulares, reforzará los Ciclos Formativos de Grado Básico (Formación Profesional Básica), recuperará la diversificación curricular con el objetivo de que “ningún alumno o alumna quede fuera del mismo sin un título de educación secundaria obligatoria”, garantizará el “acceso en condiciones de igualdad y no discriminación y la libertad de elección de centro por padres, madres o tutores legales” teniendo muy en cuenta que debe haber una “adecuada y equilibrada distribución entre los centros escolares de alumnado con necesidad específica de apoyo educativo”. Con esta medida lo que se pretende es que el alumnado con necesidades específicas se integre en todos los centros ordinarios -públicos y concertados- que sean financiados con fondos públicos. Además, se eliminará la segregación del alumnado por razones socioeconómicas o por razón de género, prohibiendo las cuotas “voluntarias” o aportaciones impuestos en los centros concertados que limitan el acceso de familias en situación de desventaja socioeconómica. Por otro lado, aquellos centros que segreguen por género no obtendrán fondos públicos.
También la Ley garantizará el derecho a recibir enseñanzas en castellano y en las lenguas cooficiales “para alcanzar un dominio pleno y equivalente”. Esto no significa que la lengua oficial del Estado español desaparezca, sino que la LOMLOE promoverá un modelo de convivencia lingüística. Por otro lado, eliminará la obligación de cursar una materia alternativa y la nota de Religión no contará para los procesos de acceso a la Universidad o a las becas. Además, en Primaria y Secundaria se prestará especial atención al respeto de los Derechos Humanos y de la Infancia y a la igualdad; y, en Secundaria, se conocerá el papel social de los impuestos y la justicia fiscal.
En relación con la organización y funcionamiento, la LOMLOE promoverá que la comunidad educativa participe en el gobierno a través del consejo escolar. Con la LOMCE el Consejo Escolar había quedado relegado a ser un órgano meramente consultivo.
A partir de la LOMLOE se desarrollará una ley de la formación profesional. Está previsto un plan estratégico con 11 líneas de desarrollo, entre ellas caben destacar: la acreditación de la experiencia profesional, el aumento de las plazas de formación profesional de grado medio y superior, así como la ampliación de las cualificaciones en aquellos ámbitos que son más demandados en nuestra sociedad.
Muchos temas han pasado desapercibidos, pero que son de significativa importancia, entre ellos mencionamos: la evaluación colegiada, la extinción del cuerpo de profesorado técnico de formación profesional, la profesionalización de la dirección de los centros y la cooperación municipal sobre la cesión de suelo público para centros públicos.
En definitiva, la educación pública es lo que constituye y fortalece a un Estado. El reforzamiento en exceso de la escuela concertada ha perjudicado la situación de la educación pública y esto tiene que equilibrarse. Por otro lado, la educación especial se reforzará en los centros de educación especial y en los ordinarios como afirma la disposición adicional cuarta afirma que “las Administraciones educativas continuarán prestando el apoyo necesario a los centros de educación especial para que estos, además de escolarizar a los alumnos y alumnas que requieran una atención muy especializada, desempeñen la función de centros de referencia y apoyo para los centros ordinarios”.
La situación de pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de una ley inclusiva y equitativa. Habrá que esperar a su aprobación definitiva en el Congreso, tras su paso por el Senado.