EQUO es el único partido que hace política en femenino. Os explico por qué:
EQUO quiere unir voluntades. Y ya lo logró en su nacimiento con los diversos partidos verdes, en la cooperativa política para las elecciones europeas y en las confluencias de Ganemos ó similares. No le importa dejar en un segundo lugar su apellido si los derechos y deberes son iguales para las partes. Buscamos la equidad. Si tiene que ceder lo hace voluntariamente, porque cree en la unión. Los otros partidos suelen jugar roles masculinos. EQUO es femenino.
EQUO no tiene una comunicación agresiva ni excluyente tipo “o conmigo o contra mí” “o pactos de partidos o nada” somos flexibles, nos adaptamos, no vamos de grandones. EQUO es femenino.
No usamos expresiones machistas, lo único que tenemos más largo es la experiencia en participación democrática, en listas abiertas, en uso de tecnologías para debates en red y votaciones, apertura a simpatizantes, asambleas en streaming, transparencia… en esto los tenemos bien puestos, los valores. Con un par, de coportavoces.
EQUO no es agresivo en los debates. No atacamos destructivamente a nuestros opositores electorales, rebatimos ideas, reprobamos actos, condenamos decisiones, hablamos… eso sí mucho. Nos gustan las mesas redondas, los foros de discusión, los laboratorios de ideas, las presentaciones de candidaturas. Nos gusta escuchar a la ciudadanía. Sí, a veces hacemos de psicólogos y escuchamos los problemas ajenos, que también son los nuestros. Practicamos la empatía. EQUO es femenino.
Nuestros líderes no son machos alfa porque practicamos la paridad de mujeres y hombres, creemos en las personas por igual. No nos ofrece más confianza un hombre que una mujer.
Tenemos comisiones de respeto, siempre estamos mediando en los posibles conflictos. EQUO es femenino.
Somos multitarea. No nos preocupa una sola cosa, como por ejemplo la corrupción. También atendemos a la transparencia, a la participación en las instituciones, a la crisis ambiental y a la crisis económica. Practicamos el reciclaje y solemos ir a la compra con nuestra propia bolsa. EQUO es femenino.
No nos avergüenza disfrutar la belleza de un paisaje, defendemos los derechos de los animales, les respetamos y queremos. Cultivamos flores por el placer de verlas. EQUO es femenino.
Planteamos alternativas realistas cuando estamos en crisis, somos capaces de hacer macroeconomía pero también hacemos economía doméstica, apoyamos lo local. EQUO es femenino.
Nos preocupa el hoy pero también el futuro. Ahorramos energía y recursos del planeta. Sabemos compartir. Nos preocupa nuestra descendencia, las generaciones futuras del planeta. Preferimos compartir que competir. EQUO es femenino.
Practicamos la economía del bien común, no gastamos por encima de nuestras posibilidades, no pedimos créditos bancarios. EQUO es femenino.
Trabajamos con muchas asociaciones sociales, ambientales, animalistas, humanitarias. Todas esas causas son nuestras causas. Luchamos por los derechos de las minorías y de las personas más desfavorecidas. EQUO es femenino.
No somos violentos, somos activistas. EQUO es femenino.
Somos resilentes. No irrumpimos con fuerza en un panorama político que juega a un juego que no es el nuestro, pero avanzamos día a día con determinación y confianza reivindicando un mundo más justo. EQUO es femenino.
EQUO es creativo. Junto a cada crítica y cada denuncia alumbramos una nueva alternativa. EQUO es femenino.
Somos plurales. En EQUO no hay consignas, ni órdenes, ni dogmas alienantes. EQUO es femenino.
Somos horizontales. Nuestra estructura interna se basa en el trabajo en grupo. EQUO es todas las personas que lo forman sin jerarquías. EQUO es femenino
En nuestras Asambleas hay grandes oradoras. La cultura se desliza en forma de poesía.
Además EQUO es feminista. Nuestros valores y nuestras formas no son patrimonio de las mujeres, son los que priman y se fortalecen en una sociedad igualitaria donde las mujeres son libres y respetadas. Las relaciones de género son la base sobre la que se construye el resto de la sociedad. Por eso mantenemos un compromiso vital para erradicar la discriminación, el sexismo, la misoginia y la violencia hacia las mujeres. Tenemos espacios para fomentar la participación y la presencia femenina en política. Hemos entendido que era necesario hacer política de una manera diferente porque es una demanda social y necesaria para recuperar la ética en las instituciones, una política más femenina, y nuestros compañeros también la hacen explícita.
Feminizar la política no sólo en número sino en las formas, reinventar los modos tradicionales que no nos representan. No nos gustan las viejas fórmulas masculinizadas. Otra forma de hacer política es posible y la estamos practicando.
Y no es que seamos “el partido débil”, nuestras características son nuestra fortaleza. No somos blandengues, somos una alternativa diferente para un futuro distinto. Queremos recuperar ese ideal primigenio de la política que persigue la búsqueda del bien común a través de, la ética, la honestidad, la responsabilidad, el diálogo y la confianza en las personas. Queremos devolver la feminidad a la Política. Esa forma de hacer política donde siempre han estado presentes e insustituibles las características de las mujeres. En la política vecinal, educando, curando, asistiendo, pero ahora también gobernando, en tu Municipio o en tu Comunidad ¿O crees que es mejor repetir los viejos modelos patriarcales que sólo cambian de siglas pero carecen de toda feminidad? Quizá ya estamos hartas y cansados de estereotipos, de imitaciones, de estéticas, de atributos, de consecuencias, de estadísticas de violentos, corruptos, poderosos, defraudadores, especuladores, sectarios y toda su trascendencia en alcaldías, concejalías, diputaciones, presidencias y personas de confianza. En EQUO no somos así. En EQUO somos lo que decimos. Las mujeres y los hombres de EQUO practicamos la política en femenino. Y lo afirmo sin ambigüedad.
Inés dice
Estupendo artículo, me encanta y EQUO me apasiona. Espero que sigamos trabajando para que el mundo sea un poquito más femenino.