Quizás alguien, quizás mucha gente, se pregunté a qué me refiero con este título tan directo. Y la mayoría no se lo creerán cuando diga que el mayor desastre ambiental hoy día son los plásticos. Sí, los plásticos. Y no solo es el mayor desastre ambiental sino que su dimensión real aún está por hacerse patente.
En primer lugar debemos recordar que los primeros plásticos, los celuloides, eran biodegradables, es decir, se descomponían de manera natural. Pero desde hace poco menos de 100 años, los nuevos tipos que han ido apareciendo son derivados del petroleo que no son biodegradables, así que tardan cientos de años en descomponerse, formando partículas cada vez más pequeñas y, en muchos casos, tóxicas.
Desde que empezaron a fabricarse masivamente todo tipo de objetos con plásticos derivados del petróleo, se han pueto sobre la faz de la tierra muchos cientos de millones de toneladas de este material. Pues bien, todos ellos, excepto un pequeño porcentaje que se ha incinerado, siguen presentes en el planeta ya que, tal como he mencionado, su ciclo de vida es superior a los 100 años, en el mejor de los casos.
¿Dónde están esas toneladas de plástico?
Podrías pensar que estarán en vertederos, controlados o no. Pero en realidad, en los vertederos solo hay una pequeña parte. Se pueden encontrar casi en cualquier sitio, por remoto que pueda parecer. Y sobre todo, ¡¡están en el mar!! Los océanos, lagos y mares acogen hoy día millones de toneladas de residuos plásticos. Son el basurero más grande del planeta.
¿Nunca has oído hablar de las islas de basura? Desde hace más de 30 años hay evidencias (que enseguida se convirtieron en hechos contrastados) de que las corrientes oceánicas van acumulando los desechos, la mayoría provenientes de tierra firme, hasta formar enormes balsas de basuras formadas en su mayoría por plásticos. Éstos se van degradando léntamente, rompiéndose en trocitos cada vez más pequeños, que acaban entrando en la cadena alimenticia de los ecosistemas marinos. Son muchísimas las noticias de balletas, tortugas, aves y peces que mueren con sus tripas llenas de residuos: Un artículo sobre el tema, un vídeo y otro artículo con 27 impactantes fotografías.
Además, en su descomposición muchas veces se generan sustancias tóxicas. Teniendo esto en cuenta, es fácil dedudir que los plásticos o los derivados tóxicos formados en su degradación también acabarán entrando en nuestra cadena alimenticia más pronto que tarde.
Problema social, económico y ambiental
Solo hay que ver algunos datos para darse cuenta de la magnitud del problema:
- En EEUU se tiran del orden de 22.000 millones de botellas al año
- En México se calcula que se fabrican unos 9.000 millones de botellas de plástico PET al año
- En términos generales, el 90% de las botellas no se reciclan.
Hoy por hoy, el sector plástico en España tiene una enorme importancia (2,1% del PIB) dado que es el material más usado para la fabricación de todo tipo de objetos. Al final del siglo XX se calculaba la producción, en nuestro país, en unos 200 millones de toneladas anuales y el consumo medio en unos 115 Kg por persona y año (datos de A.N.A.I.P)
Con todos estos datos en evidente que el desarrollo industrial se ha hecho, una vez más, de espaldas al medio ambiente, olvidando que tarde o temprano nos acaba afectando negativamente a nosotros mismos. Por eso es nuestra responsabilidad velar por la integridad y naturalidad de los ecosistemas. Porque estamos en un todo global, en equilibrio, y lo que se hace en cualquier sitio acaba afectando a todo el resto.
Pero esos mismos datos hacen también evidente que el problema ambiental se acompaña de otros de índole económica y social que hace necesaria una transición hacia un modelo de consumo totalmente diferente que prime productos y materiales biodegradadables y/o fácilmente reciclables. Una transición que permita, además, que los puestos de trabajo en el sector plástico puedan encontrar acomodo en las actividades alternativas. Pero para ello es necesario que se relance la I+D+I para buscar materiales alternativos y procesos industriales más limpios y sostenibles.
Sin lugar a dudas, la alternativa verde es la única corriente política que ofrece respuestas a todos estos problemas, con la conciencia de que deben afrontarse desde una perspectiva global: social, económica y ambiental a partes iguales, porque son aspectos inseparables. Hoy día la balanza está demasiado inclinada hacia la parte económica, provocando desigualdades sociales e importantes daños ambientales.
También es importante que tomemos conciencia de que tenemos en nuestra mano la posibilidad de que las cosas cambien bastante rápidamente. ¿Te has planteado alguna vez que tú eliges si compras la bebida en plástico, en lata o en cristal? ¿ O que en el lavabo puedes tener una bote de cerámica y comprar el jabón a granel en vez de tener botes de plástico de usar y tirar? ¿O que puedes adquirir el embutido en barra y cortarlo en casa, o en la propia carnicería, en vez de comprar lonchas envasadas? Estos son sólo 3 ejemplos, pero hay muchas acciones que puedes desarrollar para disminuir el consumo de plásticos. ¿aplicas alguna? ¿la compartes en la zona de comentarios para que todo el mundo las conozca?
Loreto dice
Vale, ya que lo pides, te cuento la última, aunque realizo varias, todas relacionadas con consumo responsable y reutilización.
No sé cuál es el consumo medio de yogurt en un hogar español, al menos en el mío, es alto, muy alto. Generalmente, los envases son de plástico. Así que hace poco me decidí a hacer yogurt en casa, ¿problema? No tengo una yogurtera, y, aún en el caso de tenerla, son eléctricas, o sea, que si la usase, estaría reduciendo plásticos pero aumentando el consumo eléctrico, lo cual tampoco me parece demasiada solución.
¿Hay alternativa? Sí. Cualquier fuente de calor sirve: los radiadores convencionales, la estufa, el calor residual de un horno que acabas de usar para otro plato….En mi caso, he probado con la cociña de leña,con la estufa de pellets y con un radiador convencional. El método sencillo, sólo necesitas un yogur natural (sí, puede parecer raro, pero para hacer yogur necesitas un yogur comprado) y un frasco de cristal grande. Sólo necesitas echar el yogur en el frasco, añadir leche tibia (a unos 50º, para que la fermentación se produzca, por encima de ese valor el calor podría matar los fermentos), remover para que se mezcle, cerrar el frasco y dejarlo reposar durante unas horas (ocho aproximadamente) en un lugar caliente. En mi caso, al usar principalmente la cocina de leña, nada más. Cuando lo he hecho encima de estufas, he forrado el frasco con papel de aluminio para que mantenga un calor uniforme durante las horas de fermentación (esa es la clave).
¿Qué he conseguido? Librarme de un promedio de 48 envases plásticos mensuales, difícilmente reutilizables…Y un yogur estupendo ;)