(Artículo publicado en el nº 12 de Tiempo de Cerezas)
Envejecer, envejecer, envejecemos, y lo hacemos a un ritmo trepidante. España, y especialmente Asturias lo hacen en un largo proceso cuyo fin de ciclo está previsto en el 2050 y que tiene necesarias consecuencias económicas y sociales, que habrá que afrontar con rigor en estos próximos tiempos.
Este envejecimiento que se observa en los países desarrollados es el resultado final de un proceso más amplio, la transición demográfica, que se compone de dos fenómenos consecutivos en el tiempo, menor tasa de mortalidad infantil en periodo de fuerte fecundidad primero, y un descenso gradual de la natalidad después.
Al final del proceso, por tanto, la población habría llegado a un nuevo equilibrio, en el que coexistirían bajos niveles tanto de mortalidad como de fecundidad. Este nuevo equilibrio, lógicamente, no sólo significa el final del rápido crecimiento de la población registrado durante la primera fase de la transición, sino que trae consigo una estructura por edades más envejecida. Y, de hecho, ese nuevo régimen demográfico es el que caracteriza a todos los países desarrollados hoy.
La mayor concentración de personas mayores se produce en áreas urbanas. El 70% de ellas residen en municipios urbanos y se espera que siga aumentando esa proporción. En 1950, sólo un 34,3% de las personas de 65 y más años vivían en zona urbana, 23,5% en núcleos de tamaño intermedio y 42,2% en zona propiamente rural, en municipios por debajo de 2.000 habitantes.
La distribución por género de las personas mayores también difiere en uno u otro ámbito geográfico, las viudedades ligadas a la ancianización de género y a la menor protección social de las mujeres feminizan la pobreza aún más, lo que tiene trascendencia en los sistemas de protección social y en la planificación de programas de ayuda, así como en los criterios de asignación de recursos que debemos cerrar en el próximo tiempo político, y a Asturias le pinta mal en todo esto.
JUAN IGNACIO GONZÁLEZ
Profesor de la Facultad Jovellanos de Gijón y poeta. Afiliado a Verdes Equo Asturies