La regasificadora del Musel, además de inútil, es ilegal. Así lo han determinado las sentencias de los tribunales, pero somos los verdes quienes tenemos que pagar.
Desde 2012 llevamos peleando porque la ley se cumpla. Los tribunales nos han dado una y otra vez la razón. La regasificadora del Musel nunca debería haberse instalado porque era insegura para la población, y no cumple la distancia mínima que la ley determinaba en el momento de su construcción.
Además, tal y como dijeron los Verdes de Asturias hoy dentro de Alternativa Verde por Asturies – EQUO, esa planta no era necesaria, nunca se usaría. Así ha sido.
Sin embargo, ni Enagás ni el ministerio tienen pensado demoler la planta. Enagas sigue cobrando cada mes del recibo del gas de nuestra casa hasta que consiga completar en ingresos los casi 400 millones de euros que costó más los costes de mantenimiento de la planta (mantenimiento de una planta cerrada por su falta de utilidad, sin que se prevea que algún día pueda llegar a tener algún uso propio del sistema gasístico español). Una planta ilegal, una planta innecesaria que están pagando las personas que consumen gas para calentar su casa o para cocinar y que encarece el coste de producción de la electricidad. Sin que nadie asuma responsabilidades.
El 9 de noviembre de 2016 pedimos que la sentencia se ejecutase. Simplemente que se cumpliese la ley. De esa forma Enagas devolvería el dinero y asumiría el coste del fiasco de la regasificadora.
Ahora acabamos de pagar 484 € de costas por pedir que la ley se cumpla y aún se prevé que nos puedan exigir el pago de otro tanto.
Es curioso que Enagás que construyó una instalación ilegal que le estamos pagando íntegra mientras permanece parada, pueda hacer caso omiso de las sentencias judiciales. Mientras tanto, quienes denunciamos tenemos que pagar las costas.
Esta es la segunda vez que tenemos que pagar costas por este pleito que vamos ganando.
Es inaceptable que defender lo común, reclamar que se cumpla la ley cueste dinero.