Cuando hablamos de residuos nos referimos a gran cantidad y variedad de objetos y materiales. Las formas de enfocar la reducción de cada tipo y los tratamientos que se han de dar a cada material van a ser muy diferentes. Por eso es muy importante tener una buena caracterización de nuestros residuos, es decir, saber la proporción de vidrio, papel, cartón, metal, madera, textil, restos de comidas, restos vegetales, plásticos…
Ha habido numerosos intentos de aproximación a esta caracterización, de los cuales se pueden sacar las siguientes conclusiones: en condiciones normales, la basura que se recoge en las ciudades (RSU) tiene cierto rango de variación en su composición, pero en términos generales, las proporciones medias de cada tipo de residuo son las que aparecen en el gráfico.
Es llamativo que cerca de la mitad de los residuos son materia orgánica, proveniente sobre todo de restos de comida y vegetales. Si se añadieran a los RSU los datos relativos a los restos de siegas y podas en parques, jardines y parcelas privadas, la materia orgánica podría llegar hasta un 55%.
Sin embargo la recogida separada más extendida se hace sobre vidrio, envases y papel/cartón, que en total, como mucho, podría suponer una cantidad similar. En Asturias, a día de hoy más del 80% de RSU (residuos sólidos urbanos) no se separan y se depositan en el vertedero de Serín, siendo la mitad aproximadamente, residuos orgánicos.
Vertederos y biorresiduos. Problemas y soluciones
Los problemas que se generan en los vertederos son básicamente tres: malos olores, emisión de gases de efecto invernadero (sobre todo metano) y lixiviados (aguas sucias que pueden contaminar acuíferos o ríos si no se tratan adecuadamente.
¿Por qué sucede esto? En los tres casos se debe a la putrefacción de la materia orgánica en condiciones anaerobias (sin oxígeno, al estar prensados en medio de todos los residuos).
Dicho esto, la siguiente pregunta parece evidente: si la mitad de los residuos son «biorresiduos» (materia orgánica) y provocan todos los problemas de los vertederos ¿por qué no separarlos para darles tratamiento aparte y evitar todos estos inconvenientes?
Puede que estés pensando que no se hace porque no hay ningún uso para los biorresiduos, que no hay otra forma de tratarlos. Pero no así. De hecho, en los pueblos y en muchas fincas todos los restos de siega, poda y comidas se amontonan y se dejan «compostar» bien ventilados para obtener abono en unos meses. O sea, se reciclan.
También se pueden tratar en plantas especiales de «biometanización» para recoger y aprovechar como combustible los gases que se generan por la fermentación anaerobia. Estos sería «valorización energética».
¿Por qué no se recogen los residuos mezclados y se separan en plantas especializadas?
Hay mucha gente que defiende esta práctica en lugar de la separación. Pero si se recogieran todos los residuos juntos, muchos de los envases, cartones o textiles estarían manchados y embadurnados por la materia orgánica, dificultando su separación y posterior recliclaje. Nuevamente la clave está en separar la materia orgánica.
¿Y si separáramos la basura orgánica por un lado y el restos todo junto? En este caso sí sería relativamente fácil separar las distintas fracciones, por métodos manuales, mecánicos o una combinación de ambos.
La apuesta de EQUO
Aparte de las propuestas concretas para la reducción de la generación de residuos, que comentaré en el próximo artículo, EQUO apuesta por estos tratamientos:
- Recogida separada de toda la materia orgánica, que se reciclaría mediante compostaje y vermicompostaje. Una parte también se utilizaría para obtención de gases mediante biometanización. Debería haber varias plantas de tratamiento de residuos orgánicos distribuidas por Asturias para facilitar el tratamiento de estos residuos así como la utilización de los abonos generados.
- Recogida separada e incentivada de diversos tipos de envases. Se realizaría mediante máquinas que abonan una cantidad al usuario al introducir el envase en cuestión.
- Sistema de recogida de botellas y otros recipientes de vidrio.
- El resto de residuos se recogerían mezclados y se separarían en plantas especializadas, que enviarían a reciclaje las distintas fracciones.
Estas propuestas generarían más empleo, eliminarían la necesidad de construir una incineradora, permitiría cumplir las exigencias legales y evitaría una buena parte de los abonos químicos con lo que se facilitaría la agroganadería ecológica.
¿Sabías que desde 2001 hay una ley que obliga a reducir la cantidad de materia orgánica en vertederos pero que en Asturias aún no se ha empezado a hacer? ¿Te parecen razonables nuestras propuestas para solucionar este problema? ¿ o se te ocurren otras solucione que puedas aportar?