Sí, ya sé que si tú lo eres ahora mismo estás alucinando en colores de que un artículo con este título esté en la página de EQUO. Pero dame un par de minutos y aclaramos cosas, ¿te parece?
Este artículo viene a cuento de que el pasado fin de semana fueron las fiestas de El Entrego. En ellas desde hace años se celebra un encuentro medieval donde la gente viste con ropas que simulan ser de esa época, se organiza el típico mercado medieval y los espectáculos tratan de acercarse lo máximo posible a esa estética.
En ese contexto, se sitúa el espectáculo de cetrería que cada año se celebra. Ya sabes, aves rapaces de distintos tipos atrapando trozos de carne al vuelo para simular la caza que practican de forma natural. Hasta ahí, visto desde fuera, todo podría estar incluso bien. Si no fuera, porque el tiempo en que no hay actuación, los animales están expuestos en el parque.
Me sorprendió encontrarlos allí, bajo una pérgola que no daba para cubrirlos a todos, alineados sobre unos pequeños pilares de madera y atados a estos por cuerdas que no parecían superar el medio metro. La base de estos pilares era bastante pequeña, lo justo para estar ahí parados, sin moverse. Sí, podían bajar al suelo y pasear, pero apenas unos centímetros. Se me cayó el alma a los pies. Más aún cuando a la hora de “recoger” aparcaron la furgoneta a unos metros de donde estaba yo y vi las cajas donde los metían. Parecían tener el tamaño justo para meter a cada animal, y poco más. Desde luego extender las alas… ni de broma. Tengo que reconocer que se me aguó un poco la fiesta.
No soy animalista y tampoco vegana
Y precisamente por este aguárseme la fiesta es por lo que quiero dejar claro que no soy animalista. Porque vivimos en una sociedad donde nos estamos dividiendo en bandos y parece que el hecho de no pertenecer a uno de ellos significa pertenecer al opuesto. Y no.
Aunque no soy animalista no soy inmune al sufrimiento de esas aves. No puedo imaginarme el stress que tienen que sufrir ahí paradas durante horas, al frío o al calor, según la época. Con cientos de personas, no todas tan consideradas como deberían, rodeándolas todo día. Con flashes disparándose constantemente a pesar de que algunos de esos animales son nocturnos… No, no soy animalista, pero me duele. Y ni entiendo la necesidad ni entiendo que toda esa gente que estaba ahí no lo pensara ni por un segundo.
Y también quiero aclarar que no soy vegana, ni siquiera vegetariana (si no sabes la diferencia aquí puedes verla), porque como siempre que alguien defiende los derechos de los animales, llega el argumento ridículo: “pero comes carne”. Pues sí, como carne, qué le voy a hacer, otro de mi millón y medio de defectos.
Yo, que también soy un animal, resulta que soy omnívora. La naturaleza creó al ser humanos así, no sé muy bien por qué razón. Supongo que por algún sentido del equilibrio que en algún punto de nuestra evolución se le escapó de las manos. Pero es lo que hay.
Como animal omnívoro que soy consumo carne. Pero digo yo que habrá alguna diferencia entre hacer uso de los animales por pura necesidad fisiológica y utilizarlos por entretenimiento. ¿O te imaginas a una leona cazando a una gacela porque se aburre?
Pues eso es lo que hacemos los humanos, cazar por diversión. Y sí, ya sé que en el espectáculo de cetrería el animal no es cazado. Pero tampoco vive como lo haría en situación de libertad y no lo hace para que simplemente podamos divertirnos durante un rato. Toda su vida, a cambio de unos minutos de entretenimiento. Y no voy a extrapolarlo a otros “espectáculos” porque a estas alturas supongo que ya sabemos de qué hablamos.
La cría para consumo también es cruel
Pero ojo, que el hecho de consumir carne no significa que me dé igual cómo se crían los animales que están destinados a consumo humano.
Parto de la base que hasta no hace mucho pensaba que todos se criaban más o menos como siempre los vi a mi alrededor: las terneras saliendo al campo siempre que el tiempo lo permitía, las gallinas sueltas por un espacio más o menos amplio, incluso por la calle en algunas casas; los cerdos chapoteando en su fango… y sobre todo comiendo cada cual lo que tenía que comer, nada de inventos que reciclan la carne de unos para alimentar a los otros.
Pero una se hace mayor, madura y la dura realidad le golpea. Resulta que la vida de estos animales, fuera de los ámbitos ecológicos, dista mucho de esa imagen ideal que yo me había formado.
Ahora vengo a enterarme de cómo es la ganadería intensiva: Que hay granjas donde a los terneros los encierran en cubículos sin luz y donde no pueden moverse para que la carne sea más tierna. Que las gallinas están encerradas en jaulas también inmóviles, y que son hormonadas para que pongan más huevos. Y los cerdos… bueno, mejor te dejo este vídeo que aunque parece que habla de marketing, en realidad habla de otras cosas, y ya te haces una idea.
Siempre había escuchado a mis padres y mis abuelos contar que antes apenas se comía carne. Que los días más especiales se mataba un pollo. A mí todo aquello me sonaba a chino… si ahora comemos tanto pollo como queremos… sí, pero ya vemos a qué precio. Y es que con la carne ha pasado como con tantas otras cosas: ha pasado de ser una necesidad fisiológica puntual a ser un capricho y un mero medio de consumo que se vale de ciertos argumentos para que algunos hinchen su cartera.
Así que sí. Como carne, pero desde luego ya no a diario. Mi consumo ha bajado considerablemente con respecto a cuando tenía otra imagen de la industria cárnica. Como carne pero soy consciente de que hay que cambiar las cosas. Como carne, pero eso no significa que no pueda ver el sufrimiento animal, de los que como y de los que sólo me entretienen.
Y ya ves que ni te quiero hacer animalista ni quiero convertirte al veganismo. Para nada. Pero sí es importante que cada persona tomemos consciencia de lo que consumimos, sea en alimentación, en entretenimiento o en cualquier otro ámbito.
Ahora… ¿Vas a ver con los mismos ojos el próximo filete que te comas? ¿O el próximo circo que visite tu ciudad? ¿O la próxima corrida de toros que anuncien por todo lo alto en Gijón? Espero que no.
Ricardo dice
Interesante artículo de opinión, me quedé con unos cuantos puntos.
Gracias.
MarcoAves dice
Desde luego que estoy muy de acuerdo con muchos puntos que expones en el artículo y no me gustan los espectáculos con animales. Pero como certero y amante de las aves (que no me coma nadie) quiero aclarar un par de cosas sobre el trato de las aves rapaces. La longitud de la cuerda y la base (banco) donde se posan, tienen las medidas perfectas. Por qué? Porque son aves con largas plumas que al permanecer en cautividad hay que cuidar. Un atadero largo, unas ramas como posadero, o cualquier cosa no prevista (aunque pueda parecer mejor) puede suponer un enredo para el ave, estropeando todas las plumas. Podemos discutir si es ético o no mantenerlas, pero sólo quería aclarar que es la manera correcta de tenerlas ahí paradas.
Defiendo desde mi postura siempre los derechos de los animales. Y mis pájaros están cuidados con mimo y vuelan casi a diario. No viven peor que un perro en un piso. Y creo que es un error plantear por ahí la discusión. Desde mi punto de vista claro.
Jose dice
Comparto la visión de tu artículo en todos los puntos excepto en el de la cetreria. A ojos del profano hay cosas que no se entienden y se mal interpretan. Y lo se de buena tinta, porque hubo un tiempo en el que pensaba lo mismo que tu. Solo cuando te introduces a fondo en este campo comprendes que lo que a algunos nos parecía un poco raro, resulta que era lo correcto para que el animal estuviera tranquilo y seguro. Por otra parte, como todo en este mundo hay gente que realiza las cosas correctamente y otros no tan bien. el verdadero cetrero vive para el pájaro. Una vida que en absoluta compensan los pocos euros que puedas obtener por ir a 4 ferias de verano. Tener aves de cetreria es legal si están correctamente documentadas. Si esto fuera un chollo seria una afición extendida. Sin embargo en Asturias nos valen los dedos de las manos para contarlos y nos sobran. El sacrificio que conlleva implica un amor a tus aves tan grande, que muy pocos están dispuestos a ello. Es más fácil por supuesto encerrarlas en un zoo.
PorLasAves dice
Desde luego que estoy muy de acuerdo con muchos puntos que expones en el artículo y no me gustan los espectáculos con animales. Pero como certero y amante de las aves (que no me coma nadie) quiero aclarar un par de cosas sobre el trato de las aves rapaces. La longitud de la cuerda y la base (banco) donde se posan, tienen las medidas perfectas. Por qué? Porque son aves con largas plumas que al permanecer en cautividad hay que cuidar. Un atadero largo, unas ramas como posadero, o cualquier cosa no prevista (aunque pueda parecer mejor) puede suponer un enredo para el ave, estropeando todas las plumas. Podemos discutir si es ético o no mantenerlas, pero sólo quería aclarar que es la manera correcta de tenerlas ahí paradas.
Defiendo desde mi postura siempre los derechos de los animales. Y mis pájaros están cuidados con mimo y vuelan casi a diario. No viven peor que un perro en un piso. Y creo que es un error plantear por ahí la discusión. Desde mi punto de vista claro.
Víctor Ángel Suárez Álvarez dice
Precisamente porque nos alimentamos de carne algunos humanos, debemos tener respeto por ellos. Una cosa es la función fisiológica de la alimentación y otra transformar esto en una pura actividad industrial donde primar los beneficios.
El consumo de carne, aún consumiéndola debe bajar. De hecho la OMS nos recuerda que en Europa y EEUU consumimos grasas de origen animal por encima de lo recomendable para la salud. Consumiendo de acuerdo a la famosa pirámide de la nutrición sería un porcentaje no mayor del 10% del total (y refererido a proteínas animales, carnes y pescados).
De hecho la forma de consumir carne de tus abuelos era la correcta y es cierto que ahora hay muchas alternativas que antes no existían para obtener proteínas vegetales sustitutorias en cantidad suficiente.
Si el mismo dinero que gastas en carne consumida en exceso y de mala calidad, lo destinas a consumir menos carne, de animales criados en libertad, consumirás menos y mejor, pues es alimento de mejor calidad. También es cierto que la carne de animales criados bajo condiciones de estrés acumulas metabolitos resultantes de ese estrés y de las patologías que se generan por las malas condiciones de cría a las que se añaden restos de medicamentos para tratarlas, que hacen esa carne poco recomendable.